#Soretes
En un día como hoy, pero de 1955, a la aviación naval de un país sudamericano le pareció que sería una movida re-simpática ir a bombardear la casa de gobierno, pero como la plaza lindera era más grande y siendo jueves estaba llena de gente, tiraron ahí nomás 70 toneladas de bombas y vaya uno a saber cuantos kilogramos de balas.
Casi en el mismo momento, la aviación del mismo país hizo despegar algunos de sus aviones para disuadir a los marinos de atacar civiles. Pero la buena intención se vió desvirtuada por la mala voluntad de algunos pilotos que actuando como verdaderos #panqueques se dieron vuelta en el aire y huyeron a Uruguay o mucho peor, se unieron a los marinos en su deplorable accionar. El principal panqueque era un tal Cacciatore, que años después fué intendente de la ciudad capital.
Quienes organizaron la masacre se reunian para conspirar en la casa de un tal Gonzalez Fraga, y fueron conocidos como ‘fragotes’. El dueño de casa era el padre de un #sorete que aún hoy considera que un trabajador no tiene derecho a tener un teléfono celular o vacaciones y al mismo tiempo le facilitó 350 millones de dólares a una empresa que dos días después de terminar de recibirlos se declaró en bancarrota. Y no, el dinero no era de él. Era del principal banco público, a cuya dirección accedió a pesar de ser un inepto que poco antes de su promoción a funcionario logró fundir fábrica de dulce de leche.
Casi 400 muertos y unos dos mil heridos es el balance en sangre, incluyendo sangre de niños en un transporte escolar.
